Survivor Peña Nieto

Ojo por ojo
Álvaro Cueva


¿De veras nuestros políticos se van a someter a la prueba del polígrafo para ver quién mintió y quién dijo la verdad en la triste historia del pacto por la alianzas electorales?

¿Así de baratos son Beatriz Paredes, César Nava y todos los demás?

No estamos hablando de Niurka y Bobby Larios ni de La Chiva y El JJ. Estamos hablando de algunas de las personas más importantes de México, de funcionarios en cuyas manos está el destino de nuestra nación.

¿Nadie va a hacer nada por detenerlos? ¿Nadie les va a poner un alto y les va a pedir que se pongan a hacer algo más que pensar en sus intereses? ¿No hay una autoridad que le pida nivel precisamente a la autoridad?

No basta con las declaraciones de Felipe Calderón, hay que hacer algo porque, para bien o para mal, esos hombres y esas mujeres nos representan.

Si ellos juegan a acusarse de asesinato, a aventarse monedas y a las piñatas, ¿a qué se supone que vamos a jugar usted y yo?

Nos están autorizando a todo: a calumniar a nuestros vecinos, a practicar el bullying con nuestros compañeros de escuela, a linchar a los delincuentes que encontremos a nuestro paso, a evadir impuestos, a violar la ley.

Ése es el problema de lo que acaba de pasar en San Lázaro, no si César Nava es un traidor, si Beatriz Paredes, una perversa; o si las alianzas valen la pena.

Cuando nuestras máximas autoridades carecen de nivel, todos perdemos.

¿Con qué cara le podemos exigir a Elba Esther Gordillo que ponga en cintura a sus maestros? ¿Con qué valor le podemos reclamar a Alonso Lujambio que nuestros niños no reciban la educación que merecen?

¿Con qué respaldo le podemos pedir a Ernesto Cordero que nos baje los impuestos? ¿Con qué derecho le podemos pedir ayuda a José Ángel Córdova para combatir los problemas de salud que estamos padeciendo?

Estamos solos porque los diputados son, por definición, el espejo de México, y los partidos políticos, peor tantito, la respuesta a las inquietudes ideológicas de la sociedad.

Y si los diputados reflejan semejante decadencia y si los partidos políticos responden a esas inquietudes tan particulares, ¿usted y yo qué podemos hacer?

Tengo la impresión de que la historia se repite. En el sexenio pasado hubo un momento en que todo México comentaba que Andrés Manuel López Obrador iba a ser el próximo presidente.

¿Por qué? Por popularidad, por el impacto de su gobierno en el Distrito Federal, por lo que usted guste y mande.

Era como un anhelo colectivo porque, además, El peje no era ni del partido de Vicente Fox ni del que estuvo en Los Pinos por más de 70 años.

¿Y qué pasó? Que como que este dato no le agradó ni a Vicente Fox ni a algunos empresarios y le buscaron, y le buscaron, hasta que impidieron que llegara adonde parecía que iba a llegar.

Desde hace un par de años, todo México comenta que el próximo presidente va a ser Enrique Peña Nieto.

El señor goza de gran presencia mediática, tiene una novia famosa y su gobierno no deja de dar resultados. Lleva las de ganar.

Sólo que don Enrique tampoco es del partido de Felipe Calderón, así que imagínese usted todo lo que va a pasar con él de aquí a las elecciones de 2012.

Porque Peña Nieto, a diferencia de López Obrador, cuenta con el respaldo de la megaestructura del PRI y no es lo mismo pelearse con un partido que sólo ha sido oposición en Los Pinos a pelearse con el que domina la materia.

López Obrador tenía madera de mártir. Peña Nieto, no. Él no le va a gritar “¡Cállate, chachalaca!” ni a Calderón ni a César Nava. Él puede provocar algo grande, tan grande como lo que está pasando en San Lázaro.

El tema ya no es resolver los interminables problemas de México, es adivinar cómo es que Enrique Peña Nieto le va a hacer para sobrevivir a todas las que le esperan de aquí a 2012 en una suerte de espectáculo pasional, de telenovela, de reality show: Survivor Peña Nieto.

Si usted, como yo, está indignado por lo que pasó el miércoles pasado en San Lázaro, ni se indigne. Eso fue nada en comparación a lo que nos espera en las próximas semanas.

Haga sus apuestas: ¿qué es lo más patético que nuestros políticos se van a inventar en su lucha por quedarse con la silla en 2012? ¿Llegará Peña Nieto? ¿Quién se lo impedirá? ¿Cómo?

¿Y nosotros? ¿Qué vamos a hacer mientras tanto? ¿Nada? No, pues qué “bien”.

Mientras las señoras sigan gritando "¨Peña Nieto bombon, te quiero en mi colchon" su carrera a los pinos no la detiene nadie ni nada.

Lo malo es que a este Mexico cada vez lo dejan mas fregado, [Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]

Por eso los politicos son huerfanos [Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]

De no ser asi, simplemente no serian politicos [Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]